Los partidos políticos no son impermeables a las críticas, son conscientes del clima de desconfianza y desapego que los ciudadanos sienten hacia la clase y las instituciones políticas y, por ello, algunos han tratado de incorporar las elecciones primarias a su modo de selección de candidatos por considerarse “más democrático” que el que normalmente se lleva a cabo.

Las primarias son una forma de elección típica de la democracia que siempre han sido muy utilizadas en EEUU y parece que empiezan a implantarse, cada vez más, en España.

En el caso de España, donde existe un régimen electoral de listas cerradas, convocar elecciones primarias permite a los ciudadanos la posibilidad de participar de una forma más decisiva en la elección de las personas que aspiran a ejercer ciertos cargos representativos.

Tradicionalmente las primarias son más utilizadas por la izquierda que por la derecha y varios países europeos las han ido incorporando en los últimos años. En 2007, la izquierda italiana convocó primarias para elegir al alcalde de Roma y en 2011 el Partido Socialista francés dejó en manos de los militantes la elección de su líder. Tras estas experiencias en España se abrió el debate sobre la adecuación de su convocatoria o no, aunque varios partidos las han ido incorporando.

En 2010, el partido de Izquierda Unida de la provincia de Valladolid tuvo su primera experiencia, realizando unas primarias abiertas para las elecciones municipales de ese año. En el mes de marzo, los socialistas valencianos tomaron ejemplo e hicieron lo mismo que en Valladolid, con la intención de servir al PSOE como una fórmula viable, que parte del éxito de inscripción; pues se exige el requisito de la previa inscripción para valorar el número de personas que tomarán parte dentro del proceso de elección y se establece una pequeña tasa monetaria para evitar que voten aquellas personas que no estén realmente interesadas. Los interesados en votar debían pagar 2 euros e inscribirse en el proceso.

Recientemente, la ex ministra Carmen Chacón, del Partido Socialista, ha mostrado su apoyo a la celebración de unas elecciones primarias abiertas para elegir al candidato que debe presentarse a la Presidencia del Gobierno. Dicha propuesta ha tenido una gran acogida, siendo varios los candidatos que se han presentado y que piden el apoyo de los simpatizantes socialistas.

Por su parte, la idea de celebrar unas primarias en el Partido Popular no había llegado a consolidarse. Pero, recientemente, hay un mayor número de simpatizantes populares frente a esta tendencia. Isabel Bonig, una de las principales dirigentes del PP en la Comunidad Valenciana, ha propuesto abiertamente su celebración, que, además, ha tenido muy buena acogida, tanto en Valencia como Alicante.

Estos datos muestran el incipiente impulso de la celebración de primarias en los partidos políticos españoles. Se hace notar que, poco a poco, se opta por la transparencia dentro de un proceso caracterizado por el cambio y regeneración democrática.

Pero la celebración de unas elecciones primarias, como cualquier proceso, también conlleva algunos inconvenientes. Unas primarias dan cierta transparencia y capacidad de decisión sobre los políticos y representantes de un partido político, sin embargo, el riesgo de la fraccionalización; la diferencia entre las promesas políticas hechas a militantes y votantes o la ambigüedad programática, impiden que sea el sistema de elección de candidatos más utilizado. Al menos en España.