Artículo de Daniel Ureña para Pr Noticias.

La situación del sector del lobbying en España está cambiando. A pesar de que se mantienen algunos estereotipos, las empresas, las organizaciones del Tercer Sector y las Administraciones Públicas están prestando cada vez más atención a esta actividad tan legítima como necesaria en toda democracia. Lejos de los clichés a los que se le asocia, la realidad es que la actividad de representación de intereses –como también se conoce al lobbying– permite a los diferentes actores sociales dar a conocer y defender sus propuestas y reivindicaciones ante la opinión pública.

Hoy el lobbying es ya una actividad cotidiana. Vemos ejemplos a diario en los medios de comunicación, aunque no los identifiquemos como tales. Hace lobbying un grupo de compañías de un sector económico emergente que quiere explicar al Gobierno las claves de su actividad o un grupo ecologista que convoca a miles de personas por Internet a manifestarse por su causa. Sin embargo, el lobbying todavía genera cierta desconfianza. Por ello, es necesario avanzar en el camino de la normalización, que sin duda pasa por mejorar la transparencia y aumentar la profesionalización de esta disciplina.

En este sentido, en los últimos años se han producido grandes avances. La Unión Europea tomó la iniciativa, y con la publicación del Libro Verde de la Iniciativa Europea a favor de la Transparencia apostó por el establecimiento de un marco más estructurado para las actividades de los grupos de interés. Poco después, en 2008, se presentó el Registro de Grupos de Interés, a nivel europeo, en el que actualmente hay inscritas 3.000 organizaciones de todo tipo, entre ellas consultoras, sindicatos, asociaciones profesionales u ONG. Por otro lado, en la última década hemos asistido a un creciente proceso de regulación de las actividades de asuntos públicos en países como Israel, Perú, Taiwán, Polonia o Francia.

Además de la transparencia, el otro factor clave para avanzar en la normalización del sector es la profesionalización. Mientras en las universidades de los países anglosajones es común encontrar programas y asignaturas sobre asuntos públicos, en España no existía ninguna oferta formativa sobre lobbying hasta la fecha. A partir de enero, comienza el Postgrado de Dirección de Asuntos Públicos (PDAP), organizado por la Universidad Pontificia Comillas (ICADE), que será el primer programa dirigido a los profesionales de la representación de intereses. La universidad siempre va de la mano con los avances de la sociedad y el hecho de que por fin el lobbying esté ya en las aulas es una buena muestra de que se avanza en la dirección correcta.