Los saltos de la arena pública a la oficina privada son tema de controversia e interés recientemente. El pasado mes de septiembre hablábamos para Expansión sobre la necesidad de «una mayor comunicación y entendimiento entre el ámbito privado y el público».

Hay que tener en cuenta, además, que nuestro esquema autonómico hace que el mundo empresarial se encuentre perdido en muchas ocasiones. Las legislaciones y demandas de cada comunidad autónoma son diferentes y si no hay alguien que ayude al mundo empresarial a manejarse en cada uno de esos territorios, corremos el riesgo de que las empresas opten por marcharse a países con legislaciones más simplificadas y unificadas. En un momento de crisis como el actual este último punto puede resultar dramático de cara a la creación de empleo

Rodrigo Rato suena como posible candidato a presidir Caja Madrid
Rodrigo Rato suena como posible candidato a presidir Caja Madrid

Los ‘fichajes’ de ex políticos por parte de empresas son muy numerosos: Eduardo Zaplana, en Telefónica; Jaume Matas y Luis de Guindos en PwC; Josu Jon Imaz en Petronor; Francisco Alvarez Cascos, en la mexicana Softtek; Josep Piqué, en Vueling; Luis Atienza, en Red Eléctrica Española; David Taguas, en la patronal constructora Seopan; Rafael Arias Salgado, en el Grupo Carrefour; . Los rumores recientes de la posible incorporación de Rodrigo Rato a Caja Madrid tras su paso por el Fondo Monetario Internacional hacen correr la tinta de nuevo.

La Gaceta publicaba el martes el artículo «Las empresas fichan a ex políticos», haciendo hincapié en las ventajas que aporta un político como embajador de los negocios exteriores de una empresa.

«Estos políticos, además de contactos, aportan un gran conocimiento del funcionamiento de las Administraciones Públicas”, afirma Ricardo Colomina, director ejecutivo de la empresa de cazatalentos Michael Page.

Fuentes del mundo empresarial reconocen que los cambios en la situación geopolítica internacional, en medio de la crisis, junto a la continua modificación normativa y la necesidad de más liberalizaciones en la Unión Europea, aconsejan disponer de un asesor con un perfil político en la toma de decisiones.»

¿Pero qué es exactamente un «perfil político»? ¿Cuáles son las cualidades ideales de la profesión?

David Taguas trabaja en la consultora PricewaterhouseCoopers
David Taguas es Presidente de SEOPAN

Se considera un hecho que el mayor valor añadido que puede aportar un político a la empresa privada es su agenda de contactos. Esgrimiento su nombre y apellido, personas como Eduardo Zaplana o David Taguas tienen las puertas abiertas de algunos de los despachos más importantes del país, incluyendo los de la administración pública. Pero no sólo de contactos vive el político. Las cualidades que en mayor o menor medida exige la profesión son también interesantes para las empresas. Son habilidades que en una proporción adecuada y apoyadas en el carisma y el renombre hacen de los políticos unos empleados muy cotizados en esfera privada. Estas son algunas de ellas:

  • Habilidades comunicativas. Los políticos están acostumbrados, a la fuerza, a lidiar con la prensa en todas sus manifestaciones. Deben saber hablar en público, y también en privado. Lidian a diario con la necesidad de medir la información y el tono de sus intervenciones, y saben hacer un seguimiento de las reacciones que surgen tras ellas.
  • Conocimiento de los procesos legales y administrativos. Para el diseño de estrategias comerciales eficaces el conocimiento del contexto legal es imprescindible. Los políticos poseen una experiencia única habiendo trabajado desde dentro en los procesos legislativos. Algo que puede ser muy útil en tareas de lobbying, a la hora de buscar las condiciones legales más favorables para un negocio.
  • Trabajo en equipo y capacidad de sacrificio por un bien común. La carrera política depende indefectiblemente de la buena salud del entorno del partido. Los políticos son profesionales que, como en pocos entornos, trabajan con la necesidad de establecer un equilibrio entre el bien común y el beneficio propio.

¿Se os ocurren algunos ingredientes más del perfil político ideal?