Al final hubo sorpresa. Pese al enorme partido de Tom Brady, pese a que las estadísticas les eran favorables en todo, los New England Patriots no pudieron celebrar su sexto título y cayeron en el último momento contra unos Philadelphia Eagles liderados por Nick Foles, un quarterback sustituto que terminó alzando el trofeo de MVP tras llevar a los suyos a lo más alto de la NFL y hacerse con el título de campeones en la 52 edición de la Super Bowl.

Pero lo que ayer se vivió en Estados Unidos va mucho más allá del deporte. Con una audiencia que se cuenta por centenares de millones de telespectadores en todo el mundo, la final de la liga de fútbol americano atrae la atención por la actuación musical del descanso del partido -la de Justin Timberlake de este año ha generado enormes críticas llegando a ser calificada como «la peor de la historia» en redes sociales- y los anuncios que se emiten durante el evento.

Con un precio de más de cinco millones de dólares por 30 segundos de emisión, los anuncios televisivos de la Super Bowl han dejado este año las reivindicaciones políticas de la edición de 2017 y han estado marcados por el humor y los cameos.

Uno de los más destacados ha sido el de Amazon, que ha silenciado la voz de Alexa, su asistente virtual, en un divertido anuncio marcado por la aparición del propio Jeff Bezos, máximo responsable de la compañía, junto a Gordon Ramsey, Cardi B, Rebel Wilson y Anthony Hopkins.

Rivaliza con Amazon la serie de anuncios protagonizada por la marca de detergente Tide. David Harbour, el sheriff de Stranger Things, protagoniza una serie de microanuncios que provocan irremediablemente la sonrisa.

Procter and Gamble, matriz de Tide, ha sabido además crear un juego muy interesante interactuando con otro de sus productos, Old Spice, en un remate final a la serie de anuncios protagonizados por David Harbour que ha tenido continuación en redes sociales.

Aunando el humor y los cameos, merece la pena destacar un anuncio que, como si de un trailer se tratara, promociona el turismo en Australia proyectando una película en la que el hijo de Cocodrilo Dundee vuelve a casa. Un film protagonizado por Chrish Hemsworth, su hermano Liam, Hugh Jackman, Russell Crowe y otros afamados actores y actrices australianos.

Uno de los anuncios más divertidos que se han podido ver en esta edición de la Super Bowl ha sido el de la propia NFL de manos de los jugadores de los New York Giants. La mejor celebración de un touchdown posible, ¿o no?

Muy interesante, desde el punto de vista técnico y estético, es el duelo del fuego y el hielo protagonizado por Peter Dinklage (Tyron Lanister) y Morgan Freeman para Doritos y Mountain Dew, respectivamente.

¿Imaginas a Dani DeVito preguntando a la gente por la calle si le quiere comer? Pues los creativos del anuncio de M&M’s lo han hecho y han acertado.

Merece la pena destacar los anuncios de Budweiser, que se ha centrado en el embotellamiento de agua para zonas de catástrofes, y Coca Cola, que ha celebrado la diversidad. Por su parte, Pepsi ha incidido en la idea de producto intergeneracional alejándose de la polémica que generó su anuncio en 2017.

A diferencia de la anterior, la 52 edición de la Super Bowl se ha mantenido alejada de la política y cuando ha aparecido ha sido en una línea muy diferente a la de 2017. Es el caso de Weather Tech, que ha emitido un anuncio al más puro estilo ‘America first’ en el que acaba diciendo que «construyen en América, como debe ser».