El próximo 4 de noviembre los estadounidenses votarán en las conocidas como midterms (elecciones de medio término) para renovar un tercio del Senado (33 escaños), la Cámara de Representantes (435 escaños) y las gobernaciones estatales.

A dos meses de la cita electoral, los sondeos, encuestas y las campañas  ya enfilan la recta final de la competición, sin embargo, hay 6 cuestiones que no se deben perder de vista para ver la posible repercusión de estas elecciones en los dos últimos años de la Administración Obama e incluso en las elecciones presidenciales de 2016.

  1. La cuestión más importante es quién controlará el Senado: el estado de ánimo de la población, los últimos acontecimientos en los que se ha visto involucrado Estados Unidos (Rusia, Irak, etc.) y la mayor parte de los sondeos, muestran un escenario muy favorable para que el Partido Republicano consiga los 6 escaños que necesita para lograr la mayoría absoluta en la cámara.
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    Es muy probable que los republicanos ganen en Montana, Dakota del Sur y Virginia Occidental y también tienen grandes oportunidades en Alaska, Arkansas, Luisiana y Carolina del Norte, estados que actualmente son demócratas.
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  2. Las midterms son un referéndum a la gestión del Presidente más que al Congreso: tradicionalmente las elecciones legislativas son más una evaluación (o castigo) a la gestión del presidente de turno que a la gestión de la Cámara de Representantes. Actualmente el presidente Obama cuenta con los niveles de aprobación más bajos desde que llegó a la Casa Banca. Según el promedio de todas las encuestas analizadas por Real Clear Politics cuenta con una aprobación del 42% (frente a un 52% de desaprobación).
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    Los números no son mucho mejores para la Cámara de Representantes dominada por los republicanos pero, en esta ocasión, cuenta más el Ejecutivo.
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  3. La participación general en las midterms favorece al Partido Republicano: normalmente los demócratas votan menos en esta elección y lo hacen con más fuerza los blancos de mayor edad, dos cualidades que favorecen a los republicanos. Las estrategias de las campañas en muchos lugares se están centrando más en convencer a los fieles que en movilizar a los votantes indecisos.
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  4. Las elecciones más determinantes para el control del Senado se dan en Carolina del Norte, Iowa y Colorado: en Carolina del Norte, Obama ganó en 2008 pero perdió en 2012. Este estado es uno de los más importantes para el Partido Demócrata.
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    En Iowa parecía que el demócrata Bruce Braley iba a ganar sin problemas pero hay una gran competitividad con la candidata republicana Joni Ernst lo que podría convertir este estado en el definitivo para que los republicanos controlen el Senado.
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    Colorado, un estado cambiante aunque en los últimos años ha estado en manos de demócratas. Si el Partido Republicano llega a ganarlo sería clave para el control del Senado.
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  5. ¿Pueden repercutir los resultados de las elecciones en las presidenciales de 2016?: hay estados tradicionalmente demócratas que si llega a ganar el Partido Republicano sería una gran muestra de que pueden vencerlos también en elecciones generales.
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    Sin embargo, hay dos estados donde la elección de gobernador podría determinar dos posibles candidatos republicanos a presidente: en Wisconsin y en Ohio. En Wisconsin aspira a la reelección el gobernador Scott Walker. Si no gana sería muy complicado que aspirara a la nominación presidencial en dos año. Por su parte el gobernador de Ohio, John Kasich, también compite por la reelección. Muchos analistas creen que si gana se podría animar a ser candidato presidencial.
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  6. Hay varios temas en la agenda que podrían dar un vuelco a las elecciones: principalmente política exterior e inmigración. Si el Presidente toma decisiones relevantes y decide aumentar su acción en Rusia o en Irak, o finalmente decide dar el estatus de legalidad a millones de inmigrantes ilegales como prometió en el mes de junio, podría darse un giro en el resultado final en noviembre.Además, deslices de última hora, meteduras de pata, ataques o actuaciones desastrosas en los debates que no dé tiempo a los equipos de campaña a solventar, que también determinarían la elección. *Actualización octubre 2014: la epidemia de ébola que ha afectado a varios ciudadanos estadounidenses y personal sanitario del país se ha convertido en otro de los temas principales de la campaña en las últimas semanas antes de la elección en la que muchos votantes están cuestionando la gestión del presidente Obama ante este problema.