Finalmente, tras 16 días de cierre de Gobierno y a unas horas de entrar en suspensión de pagos, los senadores y diputados de Estados Unidos llegaron a un acuerdo por el que se eleva el techo de la deuda hasta el próximo 7 de febrero y se reabre el Gobierno Federal hasta el 15 de enero de 2014.

Con 81 votos a favor y 18 en contra en el Senado y 285 a favor y 144 en contra en la Cámara de Representantes, el presidente Obama firmó pasada la medianoche del 16 de octubre el acuerdo bipartito que impide que el gobierno entre en suspensión de pagos y pueda endeudarse por encima de los 16,7 billones de dólares establecidos hasta el momento, además de la reincorporación a su trabajo de más de 800.000 funcionarios que llevaban dos semanas en sus casas sin empleo ni sueldo.

Tras esta crisis, que ha mantenido en vilo a medio mundo, se soluciona de manera parcial el bloqueo legislativo en el que se encontraban las cámaras pero no soluciona el problema y deja abiertas las puertas a la negociación antes de que se vuelva a sobrepasar el plazo fijado en 4 meses.

Desde el punto de vista político los grandes vencidos, según la mayor parte de los medios de comunicación y analistas, son los republicanos, especialmente el Tea Party que aunque ha vuelto a demostrar que tiene una gran influencia en Capitol Hill no ha conseguido sus objetivos. Sin embargo, algunos representantes, como Charlie Dent, republicano por Pennsylvania, consideran que en el largo plazo está por verse este “daño” causado al partido.

Por su parte, el presidente Obama también ha visto como la confianza en su gestión se ha reducido a nivel nacional pero se ha mantenido fuerte y ha demostrado que no está dispuesto a ceder y a negociar en algunos puntos y que no va a derogar el Obamacare, una de las políticas que más le ha costado sacar adelante desde que llegó al a Presidencia en 2008