En una muestra de compromiso con la transparencia y búsqueda de una mayor confianza del ciudadano, la Comisión Europea está impulsando desde hace varios años la Iniciativa Europea por la Transparencia. La Comisión abordaba así el problema de la impopularidad de las actividades de asuntos públicos o lobbying: una labor que consideran una práctica legítima y deseable del engranaje democrático de una sociedad, y que, sin embargo, no siempre es bien entendida.

Iniciativa Europea por la Transparencia
Iniciativa Europea por la Transparencia

Después de respaldar el derecho de instituciones, organizaciones, agrupaciones o cualquier organismo de defender sus intereses tratando de influir en la toma de decisiones por parte del estamento político, la Comisión Europea se puso manos a la obra para asegurar las condiciones necesarias para garantizar una práctica honrada en los asuntos públicos.

Con este espíritu nace la iniciativa del Regsitro de grupos de interés. Un Grupo de Trabajo conjunto del Parlamento Europeo y la Comisión Europea acordó una serie de medidas para crear un registro para aquellas empresas u organizaciones que dediquen parte de su actividad al lobbying.

El Registro de grupos de interés permitirá a cualquier ciudadano consultar cuáles son las empresas que trabajan en el ámbito de los asuntos públicos, cuáles son sus áreas de negocio y quiénes son sus clientes, entre otros datos. Además de ofrecer esa información, las empresas que ingresan firman un código de conducta a través del cual se comprometen a trabajar dentro de los principios de apertura, transparencia, honestidad e integridad.

Esto llevará a las empresas firmantes, por ejemplo, a declarar sus intereses o los de sus representados y a garantizar la veracidad de la información que suministren. Entre las normas de conducta, cuyo incumplimiento conlleva expulsión del registro, contempla además la posibilidad de que cualquier persona pueda presentar una queja ante la Comisión.

Nuestra firma se ha sumado al Registro de Grupos de Interés y al Código de Conducta de la Comisión Europea, al que se adhieren todos aquellos grupos y entidades dedicadas a la representación de intereses, lo que abarca «todas las actividades que se realicen con el objetivo de influir en los procesos de elaboración de políticas y de toma de decisiones de las instituciones europeas».