ABC publica hoy un análisis del debate de anoche elaborado por Daniel Ureña, de MAS Consulting Group

Con uno basta

Tras una interminable pausa publicitaria empezó fuerte el segundo debate entre los candidatos municipales. Miguel Sebastián cambió de estrategia y tiró del argumentario socialista: guerra de Irak, 11-M y José María Aznar. Gallardón, con astucia, respondió achacándolo a la enorme desesperación de su rival. Los primeros minutos prometían. Ángel Pérez (el candidato de Izquierda Unida) tuvo como principal interlocutora a Ana Blanco, la moderadora. En esta segunda cita se repitieron muchos de los recursos utilizados la semana pasada, como fotografías, gráficos o recortes de prensa, lo que les restó efectividad e interés para el publico. Hubo menos datos pero más ataques. Se vivieron algunos momentos de enorme tensión, especialmente en la última parte, cuando Sebastián insistió una y otra vez en la relación del candidato popular con algunos implicados de la ”operación Malaya”. Gallardón, a quien se le vio más serio toda la noche, se mostró visiblemente molesto pero no entró en la polémica. Sebastián, que aprendió que no tenía que mirar continuamente a la cámara y sí a su rival, también trató de provocarle hablando de Esperanza Aguirre y de Ana Botella. Y Gallardón le golpeó varias veces con los ejemplos de cómo algunas propuestas del PSOE para Madrid ya han sido realizadas en esta legislatura. En términos generales, el choque fue menos vibrante que el anterior pero se vio que los debates son una lucha de agendas y gana el que consigue que los temas de los que se hable sean los suyos.